DIAGNÓSTICOS UROLÓGICOS

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Urología Masculina

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Andropausia

Es conocido más popularmente como el climaterio masculino o menopausia en hombres. Es uno de los temas que más preocupa a los hombres de edad avanzada y su importancia en el ámbito médico es reconocida hace relativamente poco.

Corresponde al periodo de la vida que abarca la edad media del hombre cuando ocurre una declinación de las hormonas masculinas, no siempre mensurable, acompañada de síntomas generales como irritabilidad, oleadas de calor, fatiga, depresión, reducción de la libido, trastornos de la eyaculación y disfunción eréctil, que en conjunto se han asimilado al cuadro clínico que ocurre en las mujeres con la menopausia.

Muchos estudios han demostrado que el nivel de testosterona circulante disminuye con la edad. Se ha logrado definir que la testosterona declina 1% anualmente entre los 40 y 70 años de tal manera que un hombre de 75 años tiene dos terceras partes de la testosterona que tenía a los 25 años.

Es claro que el climaterio o declinación de andrógenos en el hombre que envejece (ADAM por sus siglas en Inglés) es una causa adquirida de hipogonadismo masculino (representa una disminución de la función testicular, con una baja producción de testosterona e infertilidad). Algunos síntomas que se presentan son:

  • Trastornos de sueño

  • Ansiedad

  • Disfunción Eréctil

  • Disminución de la libido

  • Depresión

  • Sudores, calor y palpitaciones

  • Fatiga

  • Disminución del bienestar y la productividad

  • Alteración del humor

  • Alteración de la energía

  • Osteoporosis

  • Disminución de la masa muscular y de la fuerza

  • Aumento del riesgo cardiovascular

  • Disminución de la estatura y el peso

  • Alteración del tamaño de los testículos

  • Anemia o

  • Cambio de la piel y el cabello

  • Disminución de la densidad y la masa ósea

Por décadas, la terapia de reemplazo hormonal fue únicamente estudiada en la mujer. La escasa investigación en el hombre se debió a que la declinación androgénica no ocurre de una forma clara y definida y su progreso es irregular. Aunque la declinación hormonal asociada con la edad se relaciona básicamente con las hormonas sexuales, no se limita a ellas, pues se han observado importantes cambios en la hormona de crecimiento, la melatonina, las leptinas (hormona involucrada en la regulación del  peso corporal) y la tiroxina (hormona que regula los procesos metabólicos).

La menopausia en las mujeres se acepta como una etapa normal, pero la andropausia es desconocida y de ella no se habla quizás por temor o porque no se sabe que es una situación normal del desarrollo de la vida de todo hombre a la cual es inevitable llegar.

Se debe tener en cuenta que se trata de una etapa de la vida y no una enfermedad. Sus síntomas no se evidencian en todos los casos. Usted puede visitar a un Urólogo (Andrólogo) para que pueda conocer los niveles de testosterona y si existe necesidad de tratarlo con medicamentos o no. Además, un especialista puede recomendarle una alimentación sana que le ayude a compensar sus niveles de Testosterona.

 

DISFUNCIÓN ERECTIL E INFERTILIDAD

La sexualidad hace parte fundamental del ser humano, y se puede definir como el conjunto de pensamientos, palabras, emociones, actitudes y conductas que le permiten al ser humano el ejercicio de la función sexual. La función sexual humana es el ejercicio consciente y voluntario del sistema genital con fines fundamentalmente placenteros y secundariamente reproductivos.

La disfunción Eréctil es la incapacidad permanente o reiterativa para lograr o mantener una erección que le permita al hombre una actividad sexual satisfactoria, incluye tres componentes: es reiterativo o permanente, existe un inconveniente para iniciar o mantener la rigidez y se altera el desempeño sexual.

La gran mayoría de las causas de esta enfermedad es de origen psicológico, por otra parte gracias a las diferentes investigaciones realizadas sobre este tema han llevado a conocer los procesos fisiológicos de la erección, a comprender la fisiopatología que lleva a la Disfunción y a realizar tratamientos lógicos y efectivos. Actualmente se considera esta enfermedad de causa orgánica y que existen situaciones especiales que conducen a impedir la erección, como son el miedo, la angustia, la ansiedad, el estrés entre otros, esto ha permitido el desarrollo de medicamentos efectivos de acción tanto en el sistema nervioso central como en el miembro masculino.

Se puede presentar en la mayoría de los casos en hombres mayores de 40 años y puede aumentarse progresivamente con la edad.

 

Examen de próstata

Examen de próstata es uno de los exámenes a los cuales los hombres le tienen mucho recelo. Se realiza en los hombres mayores de 50 años o en mayores de 40 con algunos factores de riesgo los cuales son: antecedentes de cáncer en padres, tíos o hermanos y cuando son afrodescendientes puesto que su prevalencia es más alta. Dicho examen consta de dos partes, las cuales se complementan una a la otra:

La primera es la realización de un examen de sangre el cual se llama Antígeno Prostático Específico o PSA por sus siglas en inglés el cual mide una enzima producida por la próstata que le da consistencia al semen, un antígeno elevado significa que hay un problema presente; no siempre es signo de cáncer, puede deberse a un crecimiento benigno de la próstata o a una infección llamada prostatitis.

La segunda parte es el tacto rectal en el cual el especialista palpa el tamaño, entre otras cosas, de la próstata, esto se realiza para identificar posibles signos de alteración, al encontrarlos el especialista puede solicitar una biopsia para confirmar el posible diagnóstico.

 

Varices Escrotales

Es una enfermedad por la que con frecuencia asisten a consulta con el urólogo. Se puede describir como la dilatación anómala de las venas que drenan la sangre del testículo, lo cual puede producir alteraciones testiculares como atrofia e infertilidad masculina.

A menudo es asintomático y se descubre por otro motivo de consulta. Algunos de sus síntomas pueden ser: aumento del tamaño del escroto, pesadez o dolor en el testículo cuando permanece de pie, problemas de fertilidad; cuando el varicocele es muy grande el testículo afectado puede estar disminuido de tamaño con respecto al otro.

Dichas varices se pueden tratar quirúrgicamente con una cirugía, la cual es ambulatoria, y se llama varicocelectomía, se usa anestesia local y tiene una duración más o menos de una hora.

 

Urología Femenina

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Incontinencia urinaria

La incontinencia urinaria femenina es un motivo frecuente de consulta a urólogos, ginecólogos y médicos generales y se han observado diversidad de criterios para la evaluación de estas pacientes y su selección para los diferentes tratamientos. Se define incontinencia Urinaria a la pérdida involuntaria de orina que constituye un problema social e higiénico para la persona. La causa de dicha pérdida se puede deber al mal funcionamiento de un músculo que recubre la vejiga y se llama detrusor.

Hay varios tipos de incontinencia los cuales son:

  • Incontinencia urinaria de Urgencia Este tipo de incontinencia se da cuando hay una pérdida involuntaria de orina asociada a un súbito e imperioso deseo de orinar (urgencia) por miedo al escape de orina.

  • Incontinencia urinaria de Esfuerzo Dicha incontinencia se presenta cuando hay una pérdida involuntaria de orina relacionada con la tos, el pujo, los ejercicios físicos o cuando hay cambios súbitos de posición

  • Incontinencia no percibida Esta es la pérdida involuntaria de orina la cual no se acompaña de urgencia ni de esfuerzo, el paciente no percibe el escape de orina y solo se da cuenta cuando se siente húmedo.

  • También se puede presentar un Escape continuo en el cual se observa en el paciente un goteo continuo de orina, esto puede deberse a anormalidades esfinterianas o incontinencia extrauretral. Por otra parte se puede presentar una pérdida de orina solamente durante el sueño la cual se llama Enuresis Nocturna; así como un goteo después de la micción el cual se puede asociar a la retención por un tiempo de las ganas de orinar el cual se llama Goteo Post Miccional.

Para tener un diagnostico definido en cuanto al padecimiento de la Incontinencia el profesional envía un Estudio de Urodinamia el cual es el principal método de ayuda diagnóstica en la evaluación de esta enfermedad, este juega un papel primordial en el estudio de los síntomas asociados con la incontinencia urinaria de esfuerzo y urgencia.

 

Infección Urinaria

Es una de las principales causas de atención por consulta externa de urología así como por parte de medicina general. Según los diferentes estudios que se han realizado la población más afectada está en el rango de los 25 a 44 años de edad. Es una enfermedad más frecuente en las mujeres que en los hombres.

Hay una infección urinaria cuando existen gérmenes o bacterias en la orina. La mayoría de las infecciones sólo afectan y se localizan en la vejiga, pero si la infección no es tratada adecuadamente, las bacterias pueden viajar hasta los riñones. Los principales síntomas de esta enfermedad son: sensación de ardor al orinar, incremento en la urgencia para orinar, aunque solo salen unas gotas o una cantidad mínima, dolor o presión en la parte baja del abdomen o de la espalda, el color y el olor de la orina cambian, es de tono más oscuro y mal olor; cuando la infección ha llegado a los riñones se puede presentar fiebre y escalofríos.

El especialista se puede guiar de un parcial de orina para revisar si se trata de una infección así como también solicitar un Urocultivo para analizar más en detalle y así formular el medicamento adecuado. Existen varios tipos de infecciones urinarias, las más comunes son:

Tipos de infecciones urinarias más comunes

  • Cistitis: Es la infección que se presenta en la vejiga, puede darse tanto en hombres como en mujeres siendo ellas en las que se presenta con más frecuencia. Dicha infección produce una inflamación en la vejiga y es causada por una bacteria. Es una enfermedad de tratamiento simple pero puede ser dolorosa e incomoda

  • Uretritis: Es una inflamación de la uretra, el conducto que transporta la orina fuera del cuerpo. Usualmente es causada por una infección de transmisión sexual.

  • Pielonefritis: Es una infección de las vías urinarias altas. Afecta el riñón y la pelvis renal. Aparece muy frecuentemente como consecuencia de una cistitis no tratada, mal curada o resistente. Aparte de los síntomas normales de una infección urinaria esta se acompaña de fiebre, dolor a nivel de los riñones, nauseas, vómitos y algunas veces diarrea.

 
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Urología Pediátrica

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Enfermedades Congénitas

Hipospadias

Es una alteración congénita del pene que afecta a uno de cada 200 a 300 niños.   Se caracteriza por tener una apertura anormal del orificio del pene hacia la parte de abajo o ventral, creando una desviación del chorro urinario.  A su vez presenta una curvatura ventral anormal y una alteración de la piel que cubre la cabeza del pene dando una imagen de capucha.    Esta alteración se presenta en un espectro, por lo que los niños con estas alteraciones no son todos iguales, y la severidad varía dependiendo de qué tan lejos de la cabeza del pene se encuentre la apertura del orificio urinario.    No todos los pacientes con hipospadias requieren manejo con cirugía, ya que muchos de ellos presentan un defecto muy leve que no afecta la función del pene.   Si el chorro de la orina se encuentra anormalmente desviado y no permite orinar con normalidad, o la curvatura del pene es muy pronunciada, el único manejo disponible en la actualidad es la cirugía.

Las personas que presentan hipospadias no tienen ninguna alteración de su fertilidad, a menos que esta se encuentra asociado a una enfermedad en donde también se afecten sus testículos.

Corrección de hipospadias

Esta cirugía como su nombre lo indica está diseñada para reparar las hipospadias.  Existe una gran cantidad de procedimientos descritos para la corrección de estas, pero todos ellos deben cumplir unos objetivos con el fin de: mejorar la curvatura o anulación del pene y levar el orificio urinario a la punta del pene (su sitio normal) con un adecuado resultado cosmético.    Es muy importante recordar que si bien esta cirugía está diseñada para mejorar la función del pene, nunca se debe comprometer los adecuados resultados cosméticos, ya que está muy bien demostrado que esto causa efectos psicológicos negativos en el paciente.

Por lo general este procedimiento es ambulatorio, y solo en casos en los que requieran una cirugía más extensa recomiendo una noche de observación en el hospital.   La gran mayoría de veces requiere de uso de sonda por el pene para drenar la orina por unos 5 a 7 días, con el propósito de disminuir los riesgos asociados a la operación.   Esta cirugía puede realizarse a cualquier edad, pero se recomienda idealmente hacerla entre los 6 a 12 meses de vida ya que a esta edad se tiene un muy buen proceso de cicatrización, el niño no tendrá un recuerdo negativo de su procedimiento quirúrgico, tendrá una mejor recuperación y disminución del riesgo de complicaciones asociadas al procedimiento.

Curvatura peneana

Las curvaturas peneanas en niños son una alteración congénita, en la que hay un desarrollo anormal de una parte del pene, haciendo que el crecimiento de este no sea homogéneo.   Las curvaturas muchas veces no se observan durante la infancia temprana, ya que estas se ven más fácilmente con las erecciones.    No todas las curvaturas requieren de cirugía para corregirlas, solo aquellas en las que por su severidad puedan causar dificultad o molestias durante las relaciones sexuales.

Hidronefrosis

La hidronefrosis es la dilatación de los riñones, puede ser congénita cuando está presente en el momento del nacimiento o adquirida, si se desarrolla en la vida adulta.   En pediatría comúnmente se usa el término de hidronefrosis antenatal para referirse a la hidronefrosis que puede ser detectada en los fetos durante el embarazo.   Afortunadamente las causas más frecuente de estas hidronefrosis son transitorias, es decir que van a desaparecer durante el seguimiento.   Sin embargo es muy importante siempre consultar con urología pediátrica para estudiar la causa de la hidronefrosis y descartar que no presenta con alteraciones que aumenten el riesgo de infecciones urinarias o presenta obstrucción de las vías urinarias que requiera una cirugía temprana para evitar el daño renal.

En algunas ocasiones (afortunadamente pocas) los bebes presentan una alteración muy compleja conocida como valvas de la uretra posterior, que puede tener unas alteraciones importantes del tracto urinario y de los pulmones, requiriendo de una atención inmediata durante el nacimiento que solo se puede ofrecer en centros de alta complejidad.

 

Infecciones Urinarias

A diferencia de los adultos, las infecciones urinarias en niños se encuentran frecuentemente asociados a una alteración en las vías de la orina.   Estas infecciones se pueden dividir en infecciones con fiebre (generalmente infecciones de los riñones) o infecciones bajas (de la vejiga o cistitis).     El diagnóstico de infección urinaria se hace dependiendo de los síntomas que se presenten, los cuales varían dependiendo de la edad del paciente.    Los síntomas van desde debilidad y succión débil en bebes pequeños, fiebre en niños pequeños hasta ardor al orinar en niños más grandes.   Siempre que se sospeche de infección de la orina, se debe realizar un cultivo de orina para confirmar la presencia de bacterias.    Todo niño que presente más de una infección urinaria febril requiere de estudios complementarios para descartar otras alteraciones que aumenten el riesgo de repetir las infecciones urinarias como el reflujo vesicoureteral (paso de orina de la vejiga a los riñones).    Las infecciones recurrentes, especialmente las asociadas a fiebre, aumentan el riesgo de desarrollar daño en estos riñones en crecimiento y generar una lesión permanente que afecta el funcionamiento de los riñones

 

Hidrocele

El hidrocele es por definición la acumulación de líquido alrededor del testículo.  En la gran mayoría de los niños este hidrocele se conoce como comunicante, ya que es causado por la persistencia de un conducto conocido como peritoneo-vaginal que comunica la cavidad peritoneal (donde se encuentran los intestinos) con la bolsa interna que recubre los testículos conocida como la túnica vaginalis.    Esta comunicación permite que el líquido que normalmente se produce en el abdomen baje libremente al testículo causando el aumento del tamaño en el escroto (bolsa donde se encuentran los testículos).

La presencia del hidrocele comunicante es completamente normal hasta la edad de dos años, ya que durante este tiempo se espera que esta comunicación se cierre progresivamente.   Después de esta edad o si durante el seguimiento el niño presenta molestias asociadas con el hidrocele, la cirugía correctiva se encuentra indicada.

Hidrocelectomía

Este procedimiento quirúrgico se realiza con el fin de corregir el hidrocele.   El hidrocele comunicante, a diferencia del que presentan los adultos, se corrige con una incisión por la ingle (en los adultos se realiza directamente por el escroto o bolsa de los testículos), con el fin de cerrar la comunicación existente entre la cavidad peritoneal (donde se encuentran los intestinos) y la capa más interna que recubre a los testículos o túnica vaginalis.     Este procedimiento es muy efectivo para resolver el hidrocele, con muy bajas complicaciones.    Además de una recuperación muy rápida, este procedimiento es ambulatorio.

 

Vejiga neurogénica

Se conoce como vejiga neurogénica a cualquier alteración en el almacenamiento y/o vaciamiento urinario, que aparezca como consecuencia de una disfunción total o parcial del sistema neuromodulador de la vejiga y de su tracto de salida, desde la corteza cerebral hasta la unión neuromuscular.

Como su nombre lo indica, es la alteración en las funciones como consecuencia de un daño neurológico.   Las causas de esta alteración son variadas, pero en la población infantil la causa más común es el desarrollo anormal de la columna vertebral (disrafismo: falta de unión de los cuerpos vertebrales), como el mielomeningocele.    El mielomeningocele causa frecuentemente una alteración en ambas fases de la vejiga; la fase de llenamiento y de evacuación.   Todos los niños con mielomeningocele requieren evaluación temprana con urología pediátrica (idealmente al nacer) con el fin de iniciar un manejo temprano de la vejiga, para disminuir complicaciones a largo plazo, especialmente el daño renal.   Varios estudios han demostrado que las complicaciones a largo plazo de este grupo de pacientes están dados por complicaciones de la vejiga y riñones.   El manejo de la vejiga en la gran mayoría de niños consiste en el paso de sondas de forma intermitente, para desocupar la vejiga, y la toma de medicamentos que relajan la vejiga (anticolinérgicos).   De esta forma se mantiene una adecuada función de la vejiga y se disminuye el riesgo de infecciones urinarias, progresión del daño de la vejiga y se evita el daño de los riñones por aumento de la presión en la vejiga.

 

Testículo no descendido

El testículo no descendido o criptorquidia, corresponde a aquel testículo que no se encuentra en su posición normal, que es el escroto.    Esta alteración es relativamente frecuente, encontrándose en un 3% de los niños nacidos a término, pero puede aumentar a un 30% en aquellos nacidos prematuros o con bajo peso al nacer.  Aquellos niños que nacen con este hallazgo tienen una alta posibilidad que los testículos desciendan al escroto sin necesidad de ningún manejo durante los primeros 6 meses de vida.   En la actualidad se considera que después de este tiempo si los testículos no se encuentran adecuadamente descendidos requieren de un procedimiento quirúrgico para ubicarlos en su posición correcta con el fin de disminuir el riesgo de daño en el testículo.

Se ha hablado mucho sobre el riesgo de cáncer en los niños que nacieron con testículos no descendidos.    Vale la pena aclarar algunos puntos sobre esto.  Lo primero es que el cáncer testicular es raro, y el hecho que exista un riesgo aumentado en estos pacientes no hace que se convierta en un cáncer común en estos pacientes.    La cirugía no disminuye el riesgo de desarrollar un cáncer, pero facilita la detección temprana ya que ubica el testículo en una posición donde se puede examinar fácilmente.   Finalmente la mejor recomendación que se le puede dar a los jóvenes con o sin una historia de testículos no descendidos es el de realizar el auto examen testicular, con el fin de ayudar a detectar de forma temprana el cáncer de testículo.   Hay que recordar que el riesgo más alto de desarrollar estos tumores es durante los 15 a los 30 años de vida.

Orquidopexia

La orquidopexia es la cirugía en la cual se descienden los testículos a su sitio normal que es la bolsa escrotal.    Esta cirugía puede realizarse de diferentes formas dependiendo de la localización inicial de los testículos.   Para aquellos testículos que se encuentren muy cerca al escroto, se puede realizar un abordaje directamente por el escroto; si se encuentran en una posición inguinal, requieren de una incisión inguinal para encontrar el testículo y después una segunda herida en el escroto para fijar el testículo en el fondo de la bolsa escrotal.   Si los testículos no se pueden tocar en la ingle, estos pacientes requieren de una exploración por laparoscopia de la cavidad abdominal, ya que los testículos pueden estar dentro del abdomen.  Durante esta exploración, una vez localizado el testículo, se realiza una cirugía laparoscópica (mínimamente invasiva) para reubicar el testículo a la bolsa escrotal.    Esta cirugía aunque puede realizarse de varias formas, se puede hacer en dos tiempos (dos cirugías diferentes) para disminuir la posibilidad de atrofia del testículo. Estos procedimientos son ambulatorios, y sus complicaciones aunque infrecuentes incluyen: atrofia del testículo, y ascenso testicular, en el que el testículo vuelve a encontrarse en una posición anormal.

 

Prepucio redundante - Fimosis

La fimosis se encuentra en todos los varones al nacer y es conocida como fimosis fisiológica (normal).  Esta se caracteriza por tener el prepucio (capuchón que cubre la cabeza del pene) cerrado y la piel interna de este completamente adherida a la cabeza del pene, causando imposibilidad para la retracción del prepucio.  Aunque esta fimosis es normal, se espera que durante el crecimiento vaya mejorando y la única recomendación para su manejo durante la infancia es el aseo genital diario y la retracción no forzada del prepucio. La retracción forzada o la liberación manual de las adherencias no se recomiendan , pues puede causar dolor a los menores, facilitar las infecciones en el prepucio o balanopostitis, y facilitar la formación de cicatrices en el prepucio creando una fimosis patológica (anormal).

Como se mencionó anteriormente, la fimosis patológica ocurre cuando el niño presenta dolor, molestias, infecciones y dificultad para la retracción del prepucio dado por cicatrices. Esta requiere tratamiento tópico (con esteroides en crema) o quirúrgico (circuncisión), en caso de no tener una adecuada respuesta al manejo tópico inicial.

Circuncisión

La circuncisión es una cirugía que consiste en retirar la piel que recubre la cabeza del pene o el prepucio. Existen dos razones principales para realizar este procedimiento. El primero es por razones personales, culturales o de carácter religioso, por ejemplo en los judíos o musulmanes, y en casos culturales como los estadounidenses. Esta cirugía se realiza por decisión de los padres y no corresponde a una indicación médica, ya que estamos hablando de un niño sin complicaciones de salud.

La segunda razón, es en la cual la circuncisión se encuentra médicamente indicada. Estas indicaciones médicas son variables e incluyen: niños con fimosis patológicas, en las cuales el prepucio presenta cambios de cicatrización y no permite la adecuada retracción de este; las infecciones del prepucio o balanitis recurrentes, o en aquellos niños en los que la fimosis no mejoró durante la infancia (alrededor de los 8 años de edad), con el fin de evitar complicaciones durante la pubertad.

Esta cirugía es ambulatoria, es decir, los niños se van a la casa el mismo día de la cirugía. El dolor después de cirugía es fácilmente controlado en los menores, y generalmente presentan una inflamación normal que disminuye progresivamente en las dos semanas posteriores al procedimiento. Se recomienda utilizar ungüentos, como la vaselina, para mantener hidratada la cabeza del pene, lo cual mejora las molestias después de circuncisión.

 

Reflujo vesicoureteral

Es el paso anormal de la orina de la vejiga a los uréteres o riñones (contravía).   Esta alteración no es una enfermedad, ya que se estima que muchas personas pueden presentarlo sin tener ninguna complicación en sus riñones.  Sin embargo, el reflujo es un factor de riesgo conocido para infecciones urinarias con fiebre y estas infecciones pueden causar un daño permanente en los riñones.    En la mayoría de los casos, una vez diagnosticado el reflujo, este se puede manejar de una forma conservadora con una dosis baja diaria de antibiótico (profilaxis antibiótica) con el fin de prevenir nuevas infecciones urinarias, ya que en niños menores de 4 años el reflujo puede desaparecer con el crecimiento sin necesidad de realizar ninguna intervención quirúrgica.

Para aquellos niños que, a pesar de la profilaxis antibiótica, continúan con infecciones urinarias, el manejo consiste en corregir el reflujo por medio de una cirugía.    Hay dos tipos de procedimientos para corregir el reflujo; la cirugía abierta (reimplante vesicoureteral) y los procedimientos endoscópicos (mínimamente invasivos).     La diferencia entre estos dos procedimientos radica básicamente en las ventajas que ofrece la cirugía endoscópica con una recuperación más rápida, ya que no se realizan incisiones, virtualmente no se presenta dolor después del procedimiento.   Esto permite que la cirugía endoscópica sea ambulatoria.   Hay que anotar que aunque la efectividad de este procedimiento no es baja (alrededor de 85%), la cirugía abierta tiene una mayor efectividad de aproximadamente 95%.

Reimplante ureterovesical

Este procedimiento consiste en reposicionar el uréter (tubo que comunica el riñón con la vejiga) a una posición anatómica normal.    El reimplante se realiza por dos razones principalmente, la primera cuando hay una obstrucción en la llegada del uréter a la vejiga, y la segunda cuando se presenta reflujo vesicoureteral o flujo anómalo de la vejiga a los riñones.

Tradicionalmente esta cirugía requiere una incisión abdominal baja, similar a la realizada con las cesáreas para poder acceder a la vejiga.    Por el carácter invasivo de este procedimiento, es necesario que los niños permanezcan en el hospital por un par de días, ya que hay un dolor asociado a la cirugía y se necesita el uso de sondas por un promedio de 5 días.  Este procedimiento tiene una efectividad de aproximadamente 95% y en manos expertas las complicaciones son muy bajas.

Corrección endoscópica de reflujo vesicoureteral

Esta cirugía se indica únicamente para corregir el reflujo vesicoureteral, y consiste en pasar un pequeño instrumento óptico llamado cistoscopio por el orificio urinario hasta la vejiga.   Una vez allí se realiza la inyección de un material abultante (ácido hialurónico, que es el único agente aprobado por la FDA), con el fin de cerrar parcialmente la llegada del uréter a la vejiga, evitando así el paso de orina de la vejiga a los riñones. Aunque su efectividad es muy alta, es inferior a las técnicas abiertas.  Sin embargo, este procedimiento es ambulatorio, sin molestias mayores después de su realización, por lo que se ha convertido en un procedimiento muy común para corregir el reflujo.

 

Urología Oncológica

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Cáncer de Vejiga

El cáncer de vejiga es el cuarto cáncer más común en hombres después de los de próstata, pulmón y colorrectal y el octavo más común en mujeres. Su incidencia ha aumentado en un 33% en los últimos años. A pesar que es más frecuente en hombres, es más agresivo en mujeres y en personas de raza negra. Puede ocurrir a cualquier edad, incluso en niños pero sus tasas de incidencia y mortalidad están directamente relacionadas con la edad. El promedio de edad al momento del diagnóstico es de 68 años.

Factores de Riesgo

  • Ciertas ocupaciones y ambientes laborales que exponen a los trabajadores a colorantes y sustancias orgánicas parecen aumenta el riesgo de contraer este tipo de cáncer. Otras ocupaciones de riesgo incluyen los peluqueros, los pintores y los camioneros. El riesgo varía dependiendo del tiempo y la intensidad de la exposición.

  • El 70% de las personas que desarrollan este cáncer tienen antecedente de tabaquismo. Los fumadores tienen cuatro veces más riesgo de presentar la enfermedad que los no fumadores. La reducción del riesgo de Cáncer de vejiga tarda 20 años después de dejar de fumar y en quienes no dejan de fumar después del diagnóstico es mayor el riesgo de progresión. Por otra parte la radioterapia pélvica por cáncer de ovario o de cérvix aumenta hasta cuatro veces el riesgo de contraer este tipo de cáncer.

  • En algunos pacientes con esta enfermedad suele ser causada por las sondas permanentes sobre todo en pacientes parapléjicos, al parecer el factor que desencadena esto son las infecciones urinarias crónicas.

Diagnóstico

La mayoría de los pacientes con esta patología presentan un cuadro de hematuria macroscópica indolora, intermitente, pero en casi todos los casos tienen hematuria microscópica, además un porcentaje menor puede presentar síntomas irritativos como disuria, nocturia y frecuencia urinaria.

Algunos de los exámenes que se realizan para confirmar el diagnóstico son:

  • Parcial de orina: casi sin excepción los pacientes con esta patología tienen eritrocitos en el sedimento urinario pero el hecho de no encontrarlos no excluye la repetición del examen ni la solicitud de otras ayudas diagnósticas.

  • Citología Urinaria: esta es la observación de las células malignas en el examen microscópico de la orina, pero la principal limitación es que la positividad depende del grado de diferenciación celular. Para este examen se deben tomar tres muestras (de orina) en diferentes días o una sola muestra por lavado vesical

  • Cistoscopia: a todos los pacientes con sospecha de cáncer de vejiga se les debe realizar este procedimiento que permite identificar el número de lesiones, su aspecto, tamaño y localización.

Tratamiento

El tratamiento depende del tipo de tumor que tenga el paciente. Dentro de los más comunes encontramos:

  • Resección transuretral de vejiga

    Este es un procedimiento diagnóstico así como terapéutico; este se realiza de manera endoscópica y permite hacer un adecuado estudio anatomopatológico (Es el estudio de las características de una muestra de tejido, las cuales nos indican que tipo de enfermedad se padece y, en el caso de tumores, si éstos son benignos o malignos). Por otra parte cabe mencionar que estos tumores son altamente recurrentes, pero el riesgo de progresión varía según su estadio y su grado. En vista de su recurrencia se está utilizando una dosis profiláctica de quimioterapia intravesical intraoperatoria.

  • Terapia intravesical

    Esta terapia puede ser profiláctica o terapéutica, dependiendo del tipo y clase de tumor que esté desarrollando. Generalmente se utilizan esquemas de instilación semanal por seis semanas. Hay diferentes modalidades: quimioterapia, inmunoterapia e inmunomoduladores.

    De los agentes quimioterapéuticos los más utilizados son la Mitomicina C, epirrubicina, doxorrubicina, valrrubicina, con los que se obtiene una respuesta aceptable.

    Por otro lado el agente más utilizado para la inmunoterapia es el Bacilo de Calette-Guérin (BCG), con el que se logra una buena respuesta no sólo porque disminuye el número de recurrencias sino porque también altera el riesgo de progresión, disminuyéndolo y mejora la sobrevida.

    El seguimiento de los pacientes con tumor superficial de la vejiga debe hacerse cada tres meses por los dos primeros años, luego cada seis meses hasta el quinto año y luego anual con citología y cistoscopia. Cirugía

    En el caso de los pacientes en los que el tumor ha invadido el musculo el tratamiento que se realiza es la cistectomía radical o parcial dependiendo los hallazgos del personal médico, en donde se extirpan también los ganglios linfáticos cercanos a la vejiga.

 

Cáncer de próstata

Según las investigaciones realizadas el cáncer de próstata es uno de los tumores más frecuentes en el mundo occidental, siendo reconocido como el tumor maligno más frecuente en hombres mayores de 50 años. Según la Guía de práctica clínica del Ministerio de Protección social, esta enfermedad es reportada como la segunda neoplasia más frecuente en hombres, la tercera patología oncológica más prevalente y la quinta con mayor incidencia alrededor del mundo, aportando el 9.6% de los casos prevalentes y el 11.7% de los casos incidentes, con mayor frecuencia en los países desarrollados.

En Colombia, se estiman entre 6.500 y 8.000 casos nuevos de cáncer de próstata cada año, constituyendo la primera causa de incidencia y de cáncer en la población masculina. Existe mayor riesgo de esta enfermedad en hombres mayores de 60 años. Este se constituye en la segunda causa de mortalidad por cáncer en hombres, después del cáncer de estómago, representando el 15% de las muertes por cáncer, con cerca de 2.400 muertes anuales.

Factores de riesgo

La enfermedad está claramente asociada con la edad, como mencionábamos anteriormente un 70% de los casos se diagnostican en mayores de 65 años; por otra parte este cáncer tiene más incidencia en hombres de raza negra que en otras razas.

Por otra parte, el antecedente familiar de cáncer de próstata es uno de los factores de riesgo mejor identificados: el riesgo es más alto cuando se ha presentado en familiares de primera línea de consanguinidad. El riesgo de padecer la enfermedad aumenta en la medida en que más de un miembro de la familia la haya desarrollado; es así como si el padre tuvo el cáncer de próstata siendo mayor de 60 años el riesgo relativo para el hijo es de un 12%; si el que desarrolla el cáncer es un hermano mayor de 60 años, con el cual se comparte no sólo la carga genética sino también factores ambientales, este riesgo es del 15%. Si el padre la desarrolló siendo menor de 60 años el riesgo sube al 25%. También existe evidencia que apunta hacia factores dietéticos como riesgo para desarrollar la enfermedad: el consumo de grandes cantidades de carnes rojas, grasa de origen animal, grasas saturadas, productos lácteos y calcio, aumentan el riesgo.

Diagnóstico

Para realizar el diagnóstico de esta enfermedad se utilizan dos herramientas principalmente las cuales son el Antígeno prostático específico (PSA) y el tacto rectal.

La enfermedad suele no presentar síntomas en sus etapas iniciales pues habitualmente se origina en la zona periférica de la glándula prostática, lejos de la uretra.

  • PSA: El antígeno prostático es una proteína que se produce por la próstata y tiene un fin en el proceso reproductivo. Sin embargo cuando la próstata está afectada por alguna enfermedad o condición (Cáncer, inflamación, infección o crecimiento) este se puede elevar en el torrente sanguíneo.

    En el ámbito medico se mide su cantidad en sangre y con esto se puede definir si alguna enfermedad está afectando la próstata.

  • Tacto rectal: es una exploración simple y sencilla, permite palpar la superficie de la próstata, consistencia, simetría o asimetría, presencia o no de induraciones, nódulos o irregularidades en la superficie, aumento y alteración de la glándula. Todo esto conllevará a realizar un buen diagnóstico de la patología del paciente.

  • Ultrasonografía y biopsia transrectal de la próstata: dicho examen se realiza cuando el paciente tiene una elevación del PSA o una alteración en el tacto rectal. La Ultrasonografía o Ecografía transrectal permite visualizar la próstata y las vesículas seminales mediante el empleo de sonidos de alta frecuencia (ultrasonidos). Con esta ecografía se pueden detectar algunos tumores situados en el interior de la próstata, así como examinar el estado de las vesículas seminales y su posible afectación en el proceso canceroso. Esta sirve como guía para la realización de biopsias de próstata, permitiendo elegir las áreas de dónde se quieren obtener muestras de tejido para su estudio. La biopsia de próstata constituye una prueba determinante en el diagnóstico del cáncer de próstata.

Tratamiento

Existen diferentes factores para escoger la mejor opción de tratamiento para los pacientes con Cáncer de Próstata. Además de considerar la posibilidad de curación, la escogencia del tratamiento depende de la expectativa de vida, de las comorbilidades, de los posibles efectos colaterales del tratamiento y de la preferencia del paciente.

Las primeras opciones de tratamiento, para la enfermedad localizada, incluyen la prostatectomía radical y la radioterapia en sus dos modalidades que son, la teleterapia y la braquiterapia; por otra parte también la hormonoterapia y el cuidado paliativo. Todo esto de acuerdo a los diferentes factores anteriormente mencionados.

 

Cáncer de Testículo

Los tumores malignos de testículo son raros, esto no quiere decir que no se presenten. La edad en la que este cáncer puede afectar a los hombres es entre los 15 y los 35 años. Este tipo de cáncer es curable en el 95% de los casos si se detecta a tiempo. Para esto los hombres deben realizarse un autoexamen mensual el cual consiste en palparse los testículos con suavidad revisando que no haya nódulos o protuberancias en ellos. Otro signo de alarma es el crecimiento de uno de los testículos o un cambio de consistencia de estos.

Estos tumores se observan principalmente en hombres de raza blanca (el riesgo es 5 veces mayor que en los de raza negra). Aunque su causa es desconocida, se han propuesto teorías sobre influencias hormonales pero lo que parece más claro son las alteraciones genéticas que se ven en estas personas. La incidencia de esta patología o enfermedad es más frecuente en los pacientes con criptorquidia (cuando no bajan los testículos), síndrome de Klinefelter (afección genética que sucede cuando los hombres tienen un cromosoma X extra), trauma testicular y orquitis viral (comúnmente llamado paperas).

Diagnóstico

El cáncer de testículo puede presentarse con la aparición de una masa asintomática, indolora, de tamaño variable, fácil de encontrar en un examen físico de rutina; infortunadamente con frecuencia el paciente acude a la consulta por una masa testicular dolorosa asociada a tumefacción, que varía de tamaño de pocos milímetros a varios centímetros. Estos síntomas pueden ser confundidos con un proceso infeccioso como la orquitis o epididimitis y tratada inicialmente como tal con antiinflamatorios no esteroides y antibióticos, lo que retrasa el diagnóstico, es por esto que se diagnostica en estadios avanzados.

Una masa testicular debe considerarse un tumor hasta que se pruebe lo contrario.

  • Estudios de imagen:

    para generar un diagnóstico como tal de esta patología suelen utilizarse algunos estudios como lo son la ecografía o ultrasonografía testicular la cual se considera una extensión del examen físico y ayuda a confirmar la presencia de masas y a diferenciar estas, esta puede detectar lesiones de 2 a 3mm de diámetro con una sensibilidad cercana al 100%.

  • Marcadores tumorales:

    estos son sustancias producidas por el cuerpo en respuesta al cáncer o por el cáncer mismo, pueden encontrarse en la sangre, la orina, materia fecal y en tejido de tumores o en otros tejidos o líquidos del cuerpo de algunos pacientes con cáncer. Para este tipo de cáncer los marcadores utilizados son Alfafetoproteína (AFP), la Hormona Gonadotropina Coriónica Humana (hCG) y el lactato deshidrogenasa (LDH) estos marcadores le dicen al especialista si hay algún desequilibrio.

Tratamiento

Este depende del estadío o el tipo de tumor que tenga el paciente. La mayoría de los casos se trata con la cirugía orquiectomía radical (cirugía en donde se extirpa o quita el testículo) y luego dependiendo de su evolución si no se nota la mejoría se tiene que hacer un tratamiento coadyuvante, en algunos casos radioterapia o quimioterapia.

 
 
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Patologías Frecuentes

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Cálculos

La Litiasis o los cálculos como popularmente se conocen es una enfermedad multifactorial en la que factores externos se unen a factores internos para inducir la germinación cristalina y el crecimiento del cálculo. El 80% de los cálculos están compuestos por una sal de calcio. Esta enfermedad tiende a reaparecer después de un periodo de curación. Se puede definir como la presencia de uno o más cálculos en cualquier parte de las vías urinarias y/o en el riñón.

Se dice que hay litiasis renal o cálculos en los riñones cuando la enfermedad es causada por la presencia de estos en el interior de los riñones o en los uréteres. Esta patología afecta frecuentemente a más del 10% de la población, en edad media de la vida y es más frecuente que se presente en hombres; suele presentarse en personas con hábitos sedentarios o en personas con gran exposición al calor.

El principal síntoma que se presenta cuando se tienen cálculos es el dolor intenso que comienza y desaparece súbitamente, puede sentirse en la zona abdominal o en un costado de la espalda e irradiarse a la zona inguinal. Este dolor es intermitente que no se alivia y se asocia a nauseas, vómitos, sudoración y sensación de hinchazón abdominal. También puede aparecer sangre en la orina, lo que los especialistas llaman Hematuria, la cual puede ser visible a simple vista o a veces es microscópica, esto se produce por las lesiones que genera el cálculo a su paso por las vías urinarias.

Para diagnóstico es necesario saber el tamaño, su composición y la ubicación es por esto que se solicita una Radiografía de abdomen simple, urografías o Ecografías de las vías urinarias.

El tratamiento a realizar puede variar dependiendo los diferentes factores mencionados con anterioridad. Primero se trata el dolor mediante analgésicos, aumento de la ingestión de agua, una dieta blanda y reposo en algunos casos. En la mitad de los casos el cálculo se expulsa antes de 15 días y en la mayoría antes de los 2 meses. Si la expulsión no se da espontáneamente se puede realizar los siguientes procedimientos:

 

Procedimientos

  • Litotricia Extracorpórea con ondas de choque. Mediante esta se fragmentan o rompen los cálculos en pequeñas partes que se pueden expulsar más fácilmente. Tiene una eficacia del 90%, el paciente debe ser valorado por anestesia puesto que para este procedimiento se utiliza una sedación suave.

  • Ureterolitotomia endoscópica: es una cirugía ambulatoria para la extracción de cálculos ubicados en el uréter con un sistema de fragmentación intracorporeo. Es un procedimiento eficaz, se realiza bajo sedación general.

  • Litotricia Intracorporea con láser holmium: es una cirugía mínimamente invasiva

  • Nefrolitotomía percutánea: es un procedimiento quirúrgico bajo anestesia general, con uno o dos días de hospitalización, en esta se fragmenta el cálculo en el sitio donde se aloja. Esta cirugía está indicada en casos de cálculos complejos en el riñón con un diámetro mayor a 3cm.

 

Hiperplasia Prostática Benigna (HPB)

Este padecimiento se presenta cuando hay un crecimiento benigno (no canceroso) de la glándula prostática, es el tumor benigno más común en el hombre, se presenta hacia la edad de los 50 años y llega ser muy frecuente en los hombres mayores de 80 años. Es capaz de producir molestias urinarias que en ocasiones pueden llegar a afectar la calidad de vida al interferir con las actividades diarias normales y con el sueño nocturno.

Las principales causas de esta enfermedad principalmente es la Edad, puesto que a medida de que van pasando los años empieza ha presentarsen inconvenientes a nivel hormonal lo que conlleva a algún padecimiento.

La próstata es una glándula que está presente solo en los hombres y que forma parte del sistema reproductor masculino, esta situada por debajo de la vejiga y delante del recto. Esta glándula rodea la uretra, que es el conducto por donde pasa laorina desde la vejiga hasta el exterior a través del pene. La principal función de ésta es producir un líquido que constituye el mayor componente del semen. Este líquido se almacena en unas pequeñas glándulas (vesículas seminales) hasta el momento de la eyaculación.

Síntomas que se presentan cuando se tiene esta enfermedad son:

Síntomas que se presentan cuando se tiene esta enfermedad:

  • Dificultad para comenzar a orinar o mantener la micción

  • Chorro de orina débil, con poca fuerza o que se interrumpe durante la micción

  • Sensación de no poder vaciar completamente la vejiga

  • Necesidad de orinar con bastante frecuencia o sin previo aviso

  • Despertarse frecuentemente durante la noche para orinar (nocturna)

  • Sensación de tener que orinar de forma imperiosa ante un estímulo

  • Presentar pérdidas de orina antes de llegar al baño a orinar

Estos síntomas pueden llegar a ser muy molestos e interferir en las actividades normales y el descanso nocturno, lo que conlleva a afectar la vida personal, laboral y social. Estos síntomas antes mencionados son variables en los pacientes.

Esta enfermedad es progresiva esto quiere decir que a medida que los hombres con esta patología envejecen los síntomas suelen hacerse más molestos.

Para tener un buen diagnóstico el especialista de basa en lo siguiente:

  • Historia clínica pasada, el especialista preguntará que problemas médicos ha padecido en el transcurso de los últimos años o si tiene una Enfermedad de base.

  • Exploración física

  • Parcial de orina para indagar si hay restos de sangre o signos de infección

  • Antígeno prostático específico (PSA) y un análisis de sangre

  • Cuestionario de síntomas miccionales en el cual se hacen una serie de preguntas para cuantificar la intensidad de los síntomas así como la interferencia que estos ejercen en la calidad de vida del paciente.

  • Ecografía de las vías urinarias

  • Medición del volumen de orina residual que queda en la vejiga después de haber orinado

  • Urodinamia para medir cantidad, fuerza y velocidad de la micción